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Jue Sep 19, 2013 2:24 pm por yamila16
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Love story Lun Ago 02, 2010 8:37 pm
Gargallos95
Admin
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Edad : 29
Localización : España
Hos traigo otra nove de un capitulo , que tambien me parecio bien compartirlo 
Love Story
Odiaba ser su mejor amiga.
¿Por qué?
Porque lo veía con ella.
Porque venía a mi habitación cada noche solo para hablarme de ella.
Antes era todo lo contrario. Me encantaba verlo, ya que sus momentos no tenía que contármelos, los vivía con él... hasta que llegó ella, ahí comenzó su cambio.
Y aquí estábamos otra vez, yo sentada en mi escritorio, con las piernas encogidas y la espalda apoyada en la pared, pensando en lo de siempre, y él tumbado en mi cama, contándome no sé que cosas sin darse cuenta de lo que pasaba en ese mismo instante por mi mente.
-¿Así que tus bragas son negras?
-Sí –le contesté con la misma palabra de siempre.
-¿Verdad qué estas colada por mí?
-Sí, sí... –reaccioné, pensando en la pregunta que me había hecho- ¿qué, qué? Repíteme la pregunta.
-Sabía que no me estabas escuchando.
-Sí, bueno, un poco...
Levantó su ceja al oír mi respuesta.
-Vale no.
Se levantó para cambiar el CD de la mini-cadena. Se dio la vuelta, y me miró con la mirada pícara que solo él sabía poner.
-¡Así que tienes las bragas negras!
-¿Quééééé?
-No te hagas la tonta, no sabía ese lado de ti... bueno últimamente, pocos lados tuyos sé, nunca me cuentas nada... ¿en qué estabas pensando ahora mismo para que no me escucharas? ¿Algún chico quizá?
Le miré a los ojos y pensé en que podía contestarle:
-Pues...
Por suerte o por desgracia, sonó su móvil.
Apenas estuvo veinte segundos al teléfono cuando colgó
-Es Camilla, me voy. Pero esta conversación queda pendiente.
No sé que es lo que me más me fastidiaba, que me hubiera dejado ‘tirada’ por su novia caprichosa, o que se fuera a acordar de la dichosa conversación, aunque lo dudaba... desde que estaba con ella, no estaba pendiente de otra cosa...
Pasaron los días y apenas nos veíamos.
Después de dos semanas, con saludos y visitas escasas, me llamó. Fuimos al sitio de siempre a tomar algo.
-¿Sabes qué? Quiero darle una sorpresa a Camilla. Me gustaría que me ayudaras.
-¿Y de qué te puedo servir yo?
-Se te da bien todas esas cosas, eres creativa...
-Bueno es tu novia... tú sabes mejor que yo lo que le gusta, invéntate algo.
-Bueno, la verdad es que si tuviera que hacer un regalo o una sorpresa a alguien, sería a ti...
-¿Tan predecible soy?
-No... pero ya sabes, te conozco desde siempre, se lo que te gusta y lo que no... pero bueno, algún día lo hará tu novio...
-Ah...
-¿Qué pasa?
-Nada...
-Estas seria... nunca estas así. Últimamente estas como disgustada... oye quedó pendiente la conversación... ¿es por algún chico? Venga cuéntame.
-No es nada Joe, déjalo
-No venga, cuéntamelo, ¿acaso no confías en mi?
-Por favor, no me hagas hablar de esto...
-Venga tonta
-¡QUÉ NO!
Él se alejó hacia atrás balanceándose con la silla al ver mi reacción.
-Solo pensaba que podías contármelo como yo a ti... soy tu mejor amigo
-Ese es el problema
-¿Cuál es el problema?
-Estoy cansada de que solo vengas a contarme cosas de ella, de lo maravillosa que es y que yo sea el segundo plato de tus planes...
En ese momento, paré en seco, pero ya era hora de soltárselo, y él me seguía mirando como si no entendiera nada.
-Estoy cansada de ser solo tu mejor amiga.
Creo que en ese momento ya lo había pillado.
Me levanté y lo dejé allí solo, no me apetecía escuchar un rechazo y menos de él. Sabía que él no iba a cambiar de idea por haberme declarado... aunque si cambiaría algo por no haberme callado... nuestra amistad.
Desde ese día, hice lo que pude para no cruzarme con él, pero no siempre tenía esa suerte.
Lo solía ver con amigos, o por el barrio, él sonreía para saludarme, intentando hacer como si no pasara nada, pero siempre escapaba de esa escena como podía... era patético vernos así.
Lo único que quería ahora era despejarme, intentar no pensar en eso.
Y para eso lo único que podía hacer era irme a Central Park, a pasear mientras escuchaba música o algún otro entretenimiento.
Eran las 9.30 de la noche, a punto de anochecer en aquella ciudad.
Veía grupos de amigos, familias, y como no, parejas en el césped haciendo fotos o simplemente callados uno acostado en las piernas del otro.
Pasé por el puente y decidí quedarme allí, apoyada mientras disfrutaba del sonido del agua del lago Onassis.
-Nunca cambiarás, siempre serás así de masoca...
Me di la vuelta, y allí estaba con su peculiar sonrisa de siempre.
-¿Cómo puedes venir aquí sola? Nunca lo entenderé...
Seguí callada.
-Bueno sea lo que sea por lo que vienes aquí, por mi perfecto, porque me lo has puesto mas fácil –le puse cara de extrañada- este era el sitio donde yo te traería para darte una sorpresa, aunque me resulta extraño, es un sitio donde esta lleno de parejas.
Le seguía mirando atenta a las palabras que decía.
-¿No vas a decir nada?
-¿Qué haces aquí solo?
-Acabo de estar con... –vio mi cara incómoda de ‘Vale, si vas a hablar de ella puedes dejarlo’- y te he visto y quería acercarme.
-Ah!
Se acercó y me cogió la cara con delicadeza.
-¿Qué haces?
-La he dejado
-¿Por qué?
-Te quiero
Se inclinó y finalmente me rozó los labios con los suyos, que poco a poco se convirtió en un dulce beso.
Nos separamos y le sonreí.
-Has tardado mucho en darte cuenta.
-No, has tardado mucho en decírmelo, para que engañarnos has sido mas valiente que yo –le miré sin entender nada- yo también tenia miedo a que me dieras calabazas
Me sonrió y con el sonido del agua de fondo, a punto de anochecer en uno de los sitios mas bonitos de Nueva York, me volvió a besar.
And I said,
Romeo, take me somewhere we can be alone.
I’ll be waiting; all there’s left to do is run.
You’ll be the prince and ill be the princess
It’s a love story... baby just say yes.
Romeo save me: they’re trying to tell me how to feel:
This love is difficult, but its real.
Don’t be afraid; well make it out of this mess.
It’s a life story... baby just say yes...
Love Story
Odiaba ser su mejor amiga.
¿Por qué?
Porque lo veía con ella.
Porque venía a mi habitación cada noche solo para hablarme de ella.
Antes era todo lo contrario. Me encantaba verlo, ya que sus momentos no tenía que contármelos, los vivía con él... hasta que llegó ella, ahí comenzó su cambio.
Y aquí estábamos otra vez, yo sentada en mi escritorio, con las piernas encogidas y la espalda apoyada en la pared, pensando en lo de siempre, y él tumbado en mi cama, contándome no sé que cosas sin darse cuenta de lo que pasaba en ese mismo instante por mi mente.
-¿Así que tus bragas son negras?
-Sí –le contesté con la misma palabra de siempre.
-¿Verdad qué estas colada por mí?
-Sí, sí... –reaccioné, pensando en la pregunta que me había hecho- ¿qué, qué? Repíteme la pregunta.
-Sabía que no me estabas escuchando.
-Sí, bueno, un poco...
Levantó su ceja al oír mi respuesta.
-Vale no.
Se levantó para cambiar el CD de la mini-cadena. Se dio la vuelta, y me miró con la mirada pícara que solo él sabía poner.
-¡Así que tienes las bragas negras!
-¿Quééééé?
-No te hagas la tonta, no sabía ese lado de ti... bueno últimamente, pocos lados tuyos sé, nunca me cuentas nada... ¿en qué estabas pensando ahora mismo para que no me escucharas? ¿Algún chico quizá?
Le miré a los ojos y pensé en que podía contestarle:
-Pues...
Por suerte o por desgracia, sonó su móvil.
Apenas estuvo veinte segundos al teléfono cuando colgó
-Es Camilla, me voy. Pero esta conversación queda pendiente.
No sé que es lo que me más me fastidiaba, que me hubiera dejado ‘tirada’ por su novia caprichosa, o que se fuera a acordar de la dichosa conversación, aunque lo dudaba... desde que estaba con ella, no estaba pendiente de otra cosa...
Pasaron los días y apenas nos veíamos.
Después de dos semanas, con saludos y visitas escasas, me llamó. Fuimos al sitio de siempre a tomar algo.
-¿Sabes qué? Quiero darle una sorpresa a Camilla. Me gustaría que me ayudaras.
-¿Y de qué te puedo servir yo?
-Se te da bien todas esas cosas, eres creativa...
-Bueno es tu novia... tú sabes mejor que yo lo que le gusta, invéntate algo.
-Bueno, la verdad es que si tuviera que hacer un regalo o una sorpresa a alguien, sería a ti...
-¿Tan predecible soy?
-No... pero ya sabes, te conozco desde siempre, se lo que te gusta y lo que no... pero bueno, algún día lo hará tu novio...
-Ah...
-¿Qué pasa?
-Nada...
-Estas seria... nunca estas así. Últimamente estas como disgustada... oye quedó pendiente la conversación... ¿es por algún chico? Venga cuéntame.
-No es nada Joe, déjalo
-No venga, cuéntamelo, ¿acaso no confías en mi?
-Por favor, no me hagas hablar de esto...
-Venga tonta
-¡QUÉ NO!
Él se alejó hacia atrás balanceándose con la silla al ver mi reacción.
-Solo pensaba que podías contármelo como yo a ti... soy tu mejor amigo
-Ese es el problema
-¿Cuál es el problema?
-Estoy cansada de que solo vengas a contarme cosas de ella, de lo maravillosa que es y que yo sea el segundo plato de tus planes...
En ese momento, paré en seco, pero ya era hora de soltárselo, y él me seguía mirando como si no entendiera nada.
-Estoy cansada de ser solo tu mejor amiga.
Creo que en ese momento ya lo había pillado.
Me levanté y lo dejé allí solo, no me apetecía escuchar un rechazo y menos de él. Sabía que él no iba a cambiar de idea por haberme declarado... aunque si cambiaría algo por no haberme callado... nuestra amistad.
Desde ese día, hice lo que pude para no cruzarme con él, pero no siempre tenía esa suerte.
Lo solía ver con amigos, o por el barrio, él sonreía para saludarme, intentando hacer como si no pasara nada, pero siempre escapaba de esa escena como podía... era patético vernos así.
Lo único que quería ahora era despejarme, intentar no pensar en eso.
Y para eso lo único que podía hacer era irme a Central Park, a pasear mientras escuchaba música o algún otro entretenimiento.
Eran las 9.30 de la noche, a punto de anochecer en aquella ciudad.
Veía grupos de amigos, familias, y como no, parejas en el césped haciendo fotos o simplemente callados uno acostado en las piernas del otro.
Pasé por el puente y decidí quedarme allí, apoyada mientras disfrutaba del sonido del agua del lago Onassis.
-Nunca cambiarás, siempre serás así de masoca...
Me di la vuelta, y allí estaba con su peculiar sonrisa de siempre.
-¿Cómo puedes venir aquí sola? Nunca lo entenderé...
Seguí callada.
-Bueno sea lo que sea por lo que vienes aquí, por mi perfecto, porque me lo has puesto mas fácil –le puse cara de extrañada- este era el sitio donde yo te traería para darte una sorpresa, aunque me resulta extraño, es un sitio donde esta lleno de parejas.
Le seguía mirando atenta a las palabras que decía.
-¿No vas a decir nada?
-¿Qué haces aquí solo?
-Acabo de estar con... –vio mi cara incómoda de ‘Vale, si vas a hablar de ella puedes dejarlo’- y te he visto y quería acercarme.
-Ah!
Se acercó y me cogió la cara con delicadeza.
-¿Qué haces?
-La he dejado
-¿Por qué?
-Te quiero
Se inclinó y finalmente me rozó los labios con los suyos, que poco a poco se convirtió en un dulce beso.
Nos separamos y le sonreí.
-Has tardado mucho en darte cuenta.
-No, has tardado mucho en decírmelo, para que engañarnos has sido mas valiente que yo –le miré sin entender nada- yo también tenia miedo a que me dieras calabazas
Me sonrió y con el sonido del agua de fondo, a punto de anochecer en uno de los sitios mas bonitos de Nueva York, me volvió a besar.
And I said,
Romeo, take me somewhere we can be alone.
I’ll be waiting; all there’s left to do is run.
You’ll be the prince and ill be the princess
It’s a love story... baby just say yes.
Romeo save me: they’re trying to tell me how to feel:
This love is difficult, but its real.
Don’t be afraid; well make it out of this mess.
It’s a life story... baby just say yes...
para cualquier cosa avisar , siempre estare a vuestra disposicion y bueno , gracias por uniros a el club de fans de los jonas brothers 
